El Secretario General de FEAF, Marcial Alzaga, expone en los medios, la situación que atraviesa el sector debido a los sobrecostes energéticos
La fundición es un sector tecnológico y reciclador, un sector clave para la industria, que trabaja para sectores altamente competitivos como automoción, ferrocarril, energía eólica, Oil&Gas,…
Somos un sector intensivo en energía. Nuestras empresas continúan sin poder cerrar contratos a plazo, porque no hay liquidez en los mercados energéticos, ni precios que no nos condenen a la quiebra.
Las empresas españolas no son competitivas en costes energéticos ante nuestros principales competidores europeos: en España estamos pagando 200 €/MWh mensuales en los meses de enero y febrero y, en lo que llevamos de marzo, el precio medio es de 378 €/MWh. Sin embargo, las fundiciones francesas, pudieron cerrar una buena parte de su consumo eléctrico a unos 45 €/MWh en base a energía eléctrica de generación nuclear y también las fundiciones alemanas tienen costes energéticos inferiores a los nuestros.
A modo de ejemplo: una fundición que pagaba una factura eléctrica mensual de 300.000 €, está pagando en la actualidad 2 millones de €. Asimismo, somos un sector consumidor de gas natural, y en este caso nuestros costes se han multiplicado por ocho.
Al trabajar para sectores tan competitivos en costes, nos encontramos con extremadas dificultades o imposibilidad de trasladar los incrementos de costes energéticos a nuestros clientes.
Si a esta dramática situación energética, le sumamos los incrementos de precios de las principales materias primas que utilizamos y las graves dificultades de acopio de materias primas básicas, tales como el lingote de hierro, la chatarra de acero o el aluminio, nos encontramos con que las empresas industriales van a tener que parar su producción y lo que es más grave, unos sectores industriales vamos a ir parando a otros.
La Federación Española de Asociaciones de Fundidores (FEAF), representa a 150 empresas, con 18.291 empleos directos y 54.900 empleos inducidos, una facturación de 3.650 millones de euros y una exportación que supera el 65% de las ventas.
SIN INDUSTRIA, NO HAY DESARROLLO ECONÓMICO NI EMPLEO.